En 1911, tras la renuncia de Porfirio Díaz, se desató una intensa rivalidad en Chiapas entre simpatizantes de Madero (desde San Cristóbal de las Casas) y quienes mantenían ideales porfiristas (desde Tuxtla Gutiérrez). Ambas facciones se disputaban el control político del estado, incluyendo el traslado de la capital
